El pasado 5 de abril de 2017, con motivo de la semana de actividades complementarias que realiza la Universidad de Magisterio, en la asignatura de Organización, tuvimos la oportunidad de poder ir a visitar una escuela infantil, situada en Manises, y sinceramente, no me arrepiento de haber ido, ya que es un escuela infantil diferente a todas las que he visto.
Se trata de una escuela infantil destinada para niños de entre 0 y 3 años y la cual está llena de metodologías y materiales muy interesantes e innovadores. Es una escuela en la que no se dedican a trabajar con libros y fichas, sino que utilizan la metodología en la que los niños y las niñas son libres y pueden explorar ellos solos su entorno, el ambiente en el que se encuentran. Trabajan con todo tipo de materiales que se encuentran, desde piedras, palos, hojas... y con ello realizan sus propios murales o lo utilizan para decorar los pasillos y la entrada de la escuela, puesto que cuando llegamos, la entrada y el pasillo estaban llenos de manualidades que han realizado tanto los niños como los maestros, y la verdad, es que ya solo con ver la entrada, te dan ganas de conocer la escuela y de trabajar allí. Además, de que la relación que existe entre los maestros y los niños es muy buena, parecen una gran familia.
Otra de las cosas que más te llaman la atención en este centro son sus aulas, puesto que, como he mencionado anteriormente, no son las típicas aulas con sus mesas y sus sillas para que los niños hagan las fichas de siempre, sino que las aulas están llenas de sofás, de cojines en el suelo y de juguetes y de libros de lectura para que los niños y niñas puedan desarrollar su creatividad y jueguen como ellos quieran. Es una escuela en la que los niños van a disfrutar, a explorar, a manipular, a aprender, a divertirse y a estar rodeado de más niños y niñas con los que poder jugar. Además, tienen un aula que nos impresionó y nos gustó muchísimo, ya que es un aula en la que los maestros realizan teatros a los niños, pero es un aula llena de colores llamativos y en la que los niños se divierten mucho.
Por último, añadir que el patio era enorme y me gustó mucho porque es un espacio enorme que tienen los niños y las niñas para correr, saltar y jugar. Además, está lleno de hierba y de zonas de juego diferentes a las que suele haber en las demás escuelas infantiles. Se trata de zonas de juego como un laberinto, unas cabañas echas con palos, una rampa en la que los niños disfrutan tirándose por ella... También tienen una piscina para cuando llegue el verano poder disfrutar del agua con los nenes.
En definitiva, la escuela Príncipe Valiente es una escuela infantil totalmente diferente a las que he estado y de todas las que he visto es la que más me ha gustado, tanto para trabajar como para llevar a los niños allí, puesto que sé que estarían bien atendidos y educados, donde aprenden explorando y jugando.








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